Una mañana del mes
de abril, guardando la cola para acceder al supermercado de al lado de casa, vi
una carrera de motos entre los hermanos picatoste, uno acababa de salir del reformatorio
y al otro le buscaba la policía por tráfico de drogas. Su pista era la
carretera principal que dejaban tras de si en menos de lo que canta un gallo.
Charli, el que había estado internado en el reformatorio, decía a su hermano
Jesús Andrés “eres más gallina que Carlos Sáinz cuando se le estropea el
motor del coche a pocos metros de llegar a la meta” a lo que Jesús Andrés
respondía “y tú un trastornado que va por la vida como un pollo sin cabeza”.
Tras este intercambio dialéctico comenzaba la carrera que duraba 10 minutos, y al
acabar eran recibidos por la Merchi y la Trini, sus hermanas, dándoles a cada
uno una cerveza, ya que habían aprovechado la confusión de la carrera para
saltarse la cola del supermercado y hacer la compra antes que todos los
pringados que estaban en ella.
ESTILO PASOTA O
MACARRA
Tronco, yo estaba
en la cola del super para coger manduca y veo a nuestros colegas, los
picatostes, en sus Harleys. Flipa tío, se montaron una carrera de Harleys a
tope con su chasis por el pueblo y antes los muy cabrones se cascaron todo tipo
de mierda. Charli le decía a su hermano Jesús Andrés algo así como “eres más
gallina que un poli delante de un laboratorio de meta” y Jesús Andrés le
contestaba “y tú un pendejo de culo estrecho”. Tras esta verborrea daban
todo en la pista durante aproximadamente unos 10 minutos y, luego, ahí estaban
los pibones de sus hermanas, la Merchi y la Trini con birras fresquitas para
sus gueys tras haberse fumado la cola del súper con triquiñuelas propias de las
mamacitas más intrépidas.
ESTILO CURSI,
RELAMIDO U HORTERA
Una mañana soleada
y hermosa del mes de abril, me encontraba guardando una escrupulosa cola para
acceder al supermercado respetando la distancia de seguridad entre personas,
cuando un ruido ensordecedor nos enturbió la agradable escena. En el horizonte
aparecieron dos individuos de extraño pelaje subidos a dos motocicletas de
corte imperial. Parecían sacados de una película de Paco Martínez Soria. De
repente, empezaron a gritarse frases grotescas, uno decía al otro “Eres una
miserable gallina barriobajera” y el otro le contestaba “y tú un huevón
malcriado”. ¡Qué horror! ¡Qué mal educados! Ni siquiera repararon en que
había niños presentes. Tras ese diálogo tremebundo comenzaron una carrera que
duró unos 10 minutos y, lo peor de todo, es que regresaron a mi posición. Allí
les esperaban unas mujeres de pelos aceitosos y despeinados con unas cervezas
frías que acababan de comprar en el supermercado. Antes se habían impuesto por
la fuerza en la cola y como ciudadanos civilizados tuvimos que dejarlas pasar
para que no hubiera un altercado mayor que luego tuviésemos que lamentar.
Relato divertido donde se trabajan de manera estupenda tres estilos distintos. Fenomenal para apreciar el valor de la lengua. Mis felicitaciones.
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