miércoles, 3 de junio de 2020

EN LA COLA DEL SUPERMERCADO

Esta semana trabajaremos los diferentes estilos. A continuación, se ofrece un mismo relato enfocado desde distintos estilos.

La cola exterior para entrar a un supermercado.

ANA PÉREZ 

Una mañana del mes de abril, guardando la cola para acceder al supermercado de al lado de casa, vi una carrera de motos entre los hermanos picatoste, uno acababa de salir del reformatorio y al otro le buscaba la policía por tráfico de drogas. Su pista era la carretera principal que dejaban tras de si en menos de lo que canta un gallo. Charli, el que había estado internado en el reformatorio, decía a su hermano Jesús Andrés “eres más gallina que Carlos Sáinz cuando se le estropea el motor del coche a pocos metros de llegar a la meta” a lo que Jesús Andrés respondía “y tú un trastornado que va por la vida como un pollo sin cabeza”. Tras este intercambio dialéctico comenzaba la carrera que duraba 10 minutos, y al acabar eran recibidos por la Merchi y la Trini, sus hermanas, dándoles a cada uno una cerveza, ya que habían aprovechado la confusión de la carrera para saltarse la cola del supermercado y hacer la compra antes que todos los pringados que estaban en ella.

ESTILO PASOTA O MACARRA

Tronco, yo estaba en la cola del super para coger manduca y veo a nuestros colegas, los picatostes, en sus Harleys. Flipa tío, se montaron una carrera de Harleys a tope con su chasis por el pueblo y antes los muy cabrones se cascaron todo tipo de mierda. Charli le decía a su hermano Jesús Andrés algo así como “eres más gallina que un poli delante de un laboratorio de meta” y Jesús Andrés le contestaba “y tú un pendejo de culo estrecho”. Tras esta verborrea daban todo en la pista durante aproximadamente unos 10 minutos y, luego, ahí estaban los pibones de sus hermanas, la Merchi y la Trini con birras fresquitas para sus gueys tras haberse fumado la cola del súper con triquiñuelas propias de las mamacitas más intrépidas.

ESTILO CURSI, RELAMIDO U HORTERA

Una mañana soleada y hermosa del mes de abril, me encontraba guardando una escrupulosa cola para acceder al supermercado respetando la distancia de seguridad entre personas, cuando un ruido ensordecedor nos enturbió la agradable escena. En el horizonte aparecieron dos individuos de extraño pelaje subidos a dos motocicletas de corte imperial. Parecían sacados de una película de Paco Martínez Soria. De repente, empezaron a gritarse frases grotescas, uno decía al otro “Eres una miserable gallina barriobajera” y el otro le contestaba “y tú un huevón malcriado”. ¡Qué horror! ¡Qué mal educados! Ni siquiera repararon en que había niños presentes. Tras ese diálogo tremebundo comenzaron una carrera que duró unos 10 minutos y, lo peor de todo, es que regresaron a mi posición. Allí les esperaban unas mujeres de pelos aceitosos y despeinados con unas cervezas frías que acababan de comprar en el supermercado. Antes se habían impuesto por la fuerza en la cola y como ciudadanos civilizados tuvimos que dejarlas pasar para que no hubiera un altercado mayor que luego tuviésemos que lamentar.

1 comentario:

  1. Relato divertido donde se trabajan de manera estupenda tres estilos distintos. Fenomenal para apreciar el valor de la lengua. Mis felicitaciones.

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